Antioxidantes: El orégano es rico en antioxidantes, como los flavonoides y los polifenoles, que ayudan a combatir los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en el cuerpo.
Propiedades antimicrobianas: El orégano contiene compuestos naturales, como el carvacrol y el timol, que tienen propiedades antimicrobianas y antifúngicas. Estos compuestos pueden ayudar a combatir bacterias y hongos no deseados.
Antiinflamatorio: Algunos estudios sugieren que los compuestos presentes en el orégano tienen propiedades antiinflamatorias, lo que podría ser beneficioso para reducir la inflamación en el cuerpo.
Digestivo: Tradicionalmente, el orégano se ha utilizado para ayudar en la digestión y aliviar malestares estomacales. Puede ayudar a calmar el sistema digestivo y reducir la hinchazón.
Potencial anticancerígeno: Algunos estudios en laboratorio han sugerido que ciertos compuestos del orégano podrían tener propiedades anticancerígenas al inhibir el crecimiento de células cancerosas. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender completamente este efecto.
Salud respiratoria: Los aceites esenciales presentes en el orégano pueden tener propiedades descongestionantes y expectorantes, lo que podría ser útil para aliviar los síntomas del resfriado y otras afecciones respiratorias.
Apoyo al sistema inmunológico: Los antioxidantes y compuestos antimicrobianos del orégano pueden contribuir a fortalecer el sistema inmunológico y ayudar a combatir infecciones.
Regulación del azúcar en sangre: Algunos estudios han explorado la posibilidad de que el orégano pueda ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y a regular los niveles de azúcar en sangre, aunque se necesita más investigación en este área.
Cuidado de la piel: El aceite esencial de orégano se utiliza ocasionalmente en productos para el cuidado de la piel debido a sus propiedades antibacterianas y antifúngicas.
